Estamos acostumbrados a asumir muchas afirmaciones con respecto a los alimentos, líquidos, tiempos de comidas, etc que no son ciertas, a veces tienen una base real pero no siempre creas lo que escuchas!
Te
presentamos nuevamente algunos mitos a los que no debes hacer caso.
1.
Las
frituras no son buenas
Durante
la fritura se produce un intercambio de grasa del alimento al aceite y del
aceite al alimento. Esto es especialmente beneficioso en el caso de frituras de
alimentos cárnicos y con el uso de aceite de oliva. La grasa saturada de la
carne pasa al aceite y la grasa monoinsaturada del aceite pasa a la carne, al
final, obtenemos una mejor calidad de grasa en la carne.
Como
en la mayoría de los casos, no debes abusar de esta forma de preparación de
alimentos, pero sí la puedes incluir una vez por semana siempre que utilices
una buena práctica de fritura.
2.
Es
mejor la margarina que la manteca, porque está hecha con aceites vegetales, que
previenen la enfermedad cardiovascular y el infarto.
3.
Los
huevos son malos para la salud.
Sí
es cierto que la yema del huevo tiene un alto contenido de colesterol pero no
hay evidencia concluyente con respecto a que esto aumente el contenido de
colesterol en sangre. No hay que abusar del huevo como de ningún alimento pero
sí podemos utilizar huevo en nuestras preparaciones habituales. El huevo
contiene muchos nutrientes esenciales, proteínas de alto valor biológico y se
puede utilizar en un sinfín de preparaciones para darles cuerpo, aumentar
consistencia, darles sabor, etc.
4.
La
fruta engorda si se ingiere después de comer
Sí es cierto que la fruta, debido a la gran cantidad de fructosa pero sobre
todo a la glucosa que aporta, produce una respuesta del organismo consistente
en una liberación rápida de insulina, (la fructosa tiene una
velocidad de absorción del 40% inferior a la glucosa) que será la encargada del
transporte de este azúcar al interior de las células. Esta liberación de
insulina despierta la sensación de hambre. Esta sensación hace que algunas
personas sientan hambre en menos tiempo luego de haber terminado de comer y que
coman algo más.
5. Suspender una comida te ayuda a perder
peso.
Cuando ayunas por muchas horas el organismo no entiende que lo que quieres
es adelgazar, por lo tanto comenzará a “ahorrar” energía lo que provoca que tu
metabolismo sea más lento.
6. Dormir la siesta engorda.
FUENTE:
www.pulevasalud.com